Zivan vive en una aldea serbia llamada Tomasevac, es un poeta punk, buscar armar un festival contando monedas, sin ningún tipo de previsión ni organización más que unos cuantos afiches, unos flyers cortados a mano y la disponibilidad del campo deportivo del lugar donde vive. Su objetivo es ofrecer algo distinto en su entorno y cambiar el panorama circundante.
¿Cuántas veces hemos sido Zivan? ¿Cuántos Zivans conocemos?
Estéticamente el documental es áspero y seco pero puede entreverse la ingenuidad del protagonista y la poca atención que le ofrecen los vecinos del lugar y encuentra cierto estado de tensión y claridad sobre el final en una dolorosa charla.